sábado, 26 de julio de 2014

Creole: la maldición del barco más bello del mundo

Creole
Maurizio Gucci y Patrizia Reggiani
Niarchos y Eugenia Livano.
Creole navegando a vela
El Creole en el puerto de Barcelona el pasado julio.
Detalle del interior del Creole.
La bandera de Bermuda ondea en la popa del Creole
El autor de este blog junto al Creole en el Puerto de Barcelona, una verdadera joya de madera y aparejos de cobre y al estilo yathe o crucero de lujos.
Fuente: http://www.revistagq.com/articulos/creole-la-maldicion-del-barco-mas-bello-del-mundo/17305 17 de octubre 2012 José Luis Diéz
Gucci, Niarchos o incluso los Reyes de España han pasado por esta goleta con historia negra.
Cada vez suena más fuerte el nombre de Penélope Cruz como una de las protagonistas de la película que llevará a la gran pantalla la vida de la familia Gucci, fundadores de la firma que lleva su apellido (ahora en propiedad del grupo PPR). Al parecer, la actriz española dará vida a Patricia Reggiani, la ex mujer de Mauricio Gucci que encargó el asesinato de éste el 27 de marzo de 1995.
Una fecha que se suma a una larga historia de desgracias de otro de los seguros protagonistas de la cinta: la goleta Creole, el barco más bello del mundo (con el permiso del Giraldilla o el Hispania). Un capricho que Mauricio adquirió en 1983 aun a riesgo de pasar a formar parte de su leyenda negra, cosa que hizo. ¿Se verá afectada la ganadora del Oscar por esta maldición que dicen le rodea?
Construido en 1926 por el multimillonario Alec Cochran, el mal fario ya se inició desde su botadura. No sólo hubo que golpear tres veces la botella para el bautizo del Vira, primer nombre con el que se conoció a la embarcación, sinónimo de mala suerte, sino que, además, hubo que cortar varias veces los mástiles por orden de Cochran, que los veía demasiado altos. Esto hizo de esta goleta un gigante difícil de mover. Si a eso le sumamos el avanzado estado de la tuberculosis que sufría el empresario norteamericano, se entiende que pese a haber cumplido su sueño, tener el barco más bello del mundo, nunca navegara en él.
Cochran abandonó el Vira, y tras pasar por Maurice Pope, quien le dio el nombre de Creole por el postre que le preparaba su cocinero, acabó en manos de Sir Connor Guthrie quien tras una gran restauración no pudo evitar que al inicio de la II Guerra Mundial le fuera decomisado para ejercer de dragaminas en las costas escocesas.
La segunda ‘etapa de oro’ del Creole, y la más polémica, comienza cuando en 1947 Stavros Niarchos lo adquiere y lo convierte en su joya más preciada con la que dar en las narices a su mayor ‘enemigo’, su cuñado Aristóteles Onasis. El Creole se erige así como un símbolo de la opulencia griega y de la lucha de poder de estos dos empresarios. Entre otras personalidades que pasarían durante los años de Niarchos al frente de esta goleta cabe destacar a los Reyes de España, que lo eligieron para viajar por el Mediterráneo durante su luna de miel (rechazando la oferta de Onasis de hacerlo en el Cristina O).
Pero las sombras volvieron a cubrir al Creole en 1970 cuando la mujer de Niarchos fallece a bordo. ¿Suidicio? ¿Asesinato? La versión oficial habla de un accidente causado por barbitúricos. Esto provocó que el armador pusiera a la venta el barco. En 1977 fue el ejército danés quien se hizo con él y lo empleó durante cinco años como barco escuela para jóvenes con problemas. Será en 1983 cuando la familia Gucci lo adquiera.
Y todo fue bien hasta que en 1995 el empresario muere asesinado a tiros en su portal por un sicario pagado por su ex mujer. Otra vez el Creole se ve envuelto en la polémica.
Eso sí, desde entonces parece que el barco no ha vuelto a dar más problemas pese a su controvertida historia. De hecho, suele ser una de las estrellas de las regatas a las que acude (el cóctel de belleza y morbo siempre fue una buena combinación). Este verano, sin ir más lejos, tuvimos la oportunidad de volver a verlo en el puerto de Barcelona durante la regata Puig Vela Classica Barcelona, una de las más elegantes del mundo.
El Creole era el último en despedir a los deportistas cuando partían al campo de regatas y el primero en recibirlos cuando regresaban para atracar (con permiso del Eclipse, el impresionante yate de Abramóvich que estaba siendo reparado en el puerto de la Ciudad Condal). Sus tres mástiles indicaban a los equipos que ya llegaban a tierra.
Pero no sólo desde el mar llamaba la atención. Muchos eran los curiosos que se acercaban para contemplar este trozo de historia marítima construido para satisfacer el deseo de un multimillonario enfermo que quería navegar en el barco más bello del mundo. Cosa que nunca hizo. Maldita desgracia.
* La Puig Vela Classica está considerada como una de las regatas más bellas e importantes del mundo en su categoría. Gracias al particular impulso de la familia Puig, todos los años (este fue el quinto) se puede disfrutar en el puerto de Barcelona de un espectáculo difícil de contemplar en la actualidad: verdaderos museos del mar (barcos de los años 20, 30...) que navegan a toda velocidad luciendo sus velas y descubriendo porqué la navegación fue uno de los deportes favoritos de principios de siglo. La experiencia de todo aquel que se acerca a disfrutar de esta competición es verdaderamente inolvidable, y más todavía si se puede ver, los que tengan la suerte de ello, navegar al Creole, sin lugar a dudas, una joya sobre el agua.
Especificaciones técnicas:
Barco: Creole
Nº vela:
Clase: EPOCA - Big Boat
Fecha construcción: 1927
Constructor: Camper & Nicholson (Scotland)
Armador: Alessandra & Allegra Gucci
Patrón: Christopher T Austin
Eslora: 65,53 m
Manga: 9,50 m
Calado: 5,80 m
Club: YC Italiano

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